jueves, 18 de marzo de 2010

Pensando sobre la educación de hoy

Hoy estuve leyendo distintos artículos sobre la escuela, los posibles cambios que vienen...
También estuve leyendo foros de opinión sobre educación, las actitudes, los padres, el gobierno.
Me parece que es tiempo de que cada uno piense con seriedad al respecto.

Todo es como un gran caos y nos invade una gran desesperanza, a veces sentimos que los propios involucrados no tienen claro lo que esperan, cuando envían a un niño a la escuela.

¿A qué va?...
                 ¿A aprender?...   ¿Qué ?

La escuela
                 ¿Es sólo contenedora?

                 ¿Es un espacio para que el niño no esté en la calle?

                 ¿Es una dadora de certificados que no certifican nada?
 
                 ¿Es un lugar donde se aprende a hacer nada, ser flojo, discutir lo indiscutible y querer tener razón?

 o...
              es un lugar para crecer y prepararse para el mañana.


Las notas,           
                ¿reflejan lo que los chicos saben?

                ¿responden a la presión institucional, para que el directivo de turno diga que en su escuela, todo anda "bien"?


Me pregunto a veces:
      
                La escuela hoy, ¿es un lugar donde se promueve la ignorancia?
                Los especialistas en educación, ¿saben de educación...?

A veces los escucho hablar como si los chicos de 15 años tuvieran sólo un desarrollo de 8.

Todo debe ser dado hecho, todo debe solucionarse como si no fueran los jóvenes seres pensantes.

               ¿Qué les pasa a los psicopedagogos cuando parten de la premisa que seguramente los profesores enseñaron mal o no explicaron los suficiente, o, o , o habría tantas cosas por decir.

Se plantean que:
                        - los alumnos no estudian.
                        - no les interesa hacerlo.
                        - los alumnos imitan a los piqueteros:
                          reclaman todo de los demás, tengan o no razón.

¿Qué pasa con los padres?,

                        - no les interesa que los hijos aprendan,
                          sólo que tengan una buena nota.

                        - mientras menos saben los chicos,
                          más alta ellos exigen la nota.

¿qué pasa?

No se han planteado que para adquirir conocimiento se requiere esfuerzo?

La cultura "light" llegó también a la escuela y los padres y directivos se dejan llevar por el "aparecer".

Las notas hoy no son otra cosa que una gran mentira, como es el Indec, al nivel de vida de la población.

Nadie cree en las estadísticas, porque basta ir al supermercado para descubrir lo que las cosas valen, lo que se necesita para cada día.

¿Es bueno exigir notas, que ellos saben, no reflejan lo que sus hijos saben?

Ellos se mienten a si mismos, pero, lo más grave, es que ello es un modo de abandonar a sus niños a su propia suerte.

Sin educación y sin conocimiento:
               
                   ¿Qué será de ellos en una sociedad en que el poder es el conocimiento?                
                   ¿Cuánto podrán durar en un trabajo, sino saben escribir, pensar, expresarse o hacerse responsables?

No hace falta una reforma circunstancial, que todos sabemos que es más de lo mismo.

Hace falta un cambio de conciencia.
Hace falta ser serios.

Hace falta no sólo respetar el derecho de los vagos, que están en el curso haciendo nada e interfiriendo, hace falta respetar el derecho de los chicos que quieren aprender y que no pueden, en el caos cotidiano que es la escuela.

Es injusto, es rifar el futuro de todos, sino somos serios en la formación de nuestros jóvenes, somos suicidas como sociedad.

¿Para qué les servirá esa nota?
Para obtener un certificado vacío de contenido y se enojen al fracazar en el ingreso a la universidad?

¿De qué les sirve ir a la universidad, si no comprenden lo que leen, si no tienen suficiente responsabilidad, ni están concientes que el esfuerzo, es parte necesario de los logros.

¿Cuántos ingresan y cuántos abandonan al poco tiempo?

¿Cuánto le cuesta a las instituciones soportar a "todos los buenos para nada", que no llegaran a término?

¿Eso es lo que quieren los padres?

Habría tantas cosas para decir...

¿Cuándo vamos a decir ¡BASTA!?
¿Cuándo nos vamos a volver un poco más serios?
¿Cuándo vamos a querer a los jóvenes?
¿Cuándo nos negaremos todos juntos, a ser parte de esta farza en que nos vemos envueltos?

No me gusta quejarme por quejarme, creo que en la misma realidad se dan cosas buenas y cosas malas.

Hoy se enfatizan y multiplican las malas: la decidia, la avivada, la falta de responsabilidad, la falta de respeto, la vagancia, el facilismo, el amiguismo.

Ninguna de esas actitudes nos hace crecer ni como personas, ni como sociedad.

Estamos en una crisis estructural, en donde el cambio debe nacer desde adentro y de modo colaborativo.

Nadie se salva solo.

No sirve decir: "más si...le pongo a todos una buenas notas y no me hago más problema".

Un día, estos ignorantes que promovemos, llegaran a la universidad y se recibirán.

¿Cómo puedo ser un buen profesor si no exijo, si no pongo límites y aún, si no saben los apruebo?

¿Será mi culpa de que fracacen por no estudiar?...

Esos chicos mañana serán médicos, que no tedrán vocación de servicio, y no atenderán una urgencia, porque es hora de irse o porque justo ese tema no lo estudiaron. Ingenieros que les de lo mismo hacer bien o mal los cálculos, total son empleados públicos, ellos cumplen horarios y si las casas o los puentes se caen...es un detalle, ellos no viven en esas casas.

¿Hasta cuando vamos a quedarnos pasivos viendo como la ignorancia se apodera de nosotros?

¿En que mundo queremos vivir o dejar a nuestros hijos?

¿Hasta cuándo vamos a ser suicidas?

¿Cuándo vamos a decir BASTA?

¿Hasta cuándo vamos a aceptar la falta de respeto de los padres, de los directivos o autoridades de turno?

¿Hasta cuándo vamos a aceptar que las psicopedagogas crean que los chicos de 15 años razonan como los de 8?

Hasta cuándo vamos a mirar como se destruye nuestro país, así... pasivamente.

Siento un gran vacío, un gran silencio.....

Sé, que hay otra educación posible
Sé, que aún hay educadores, que son en verdad educadores.
Sé, que no sirve el voluntarismo.
Sé, que no hay una solución desde lo individual...
Sé, que la queja no lleva a nada, sólo a poner la culpa en otros...

Talvez, el camino sea unirnos aquellos que creemos que "otra educación es posible", partiendo de una actitud en que prevalezcan los valores que día a día y año a año hemos ido perdiendo los argentinos.

En realidad, hoy están devaluados:

el respeto, el esfuerzo, la dignidad, la responsabolidad, la probidad, la justicia, la igualdad.

Aclarando que igualdad, es igualdad de oportunidades no es dádiva sin compromiso.

Compromiso es la actitud que tenemos que asumir para lograr una educación y una Argentina distinta.

Compromiso significa mirar más allá de uno mismo, implica adoptar actitudes solidarias y colaborativas y ser coherentes con lo que pensamos.