sábado, 5 de septiembre de 2009

Tu cuerpo como instrumento musical.

El presente artículo ha sido publicado en "Laberintos Musicales"



"Para deleitar los oídos.Las manos y la voz se convierten en instrumentos musicales.Es asombroso como éstas personas recrean el sonido de una tormenta con sus manos y los truenos con movimientos del cuerpo.Los talentosos integrantes de este grupo musical, cuyas obras son estrictamente ejecutadas a capella, son originarios de Eslovenia y su grupo se llama Perpetuum Jazzile. La imitación de la tormenta que vemos en el video, que precede al clásico tema “Africa” de la banda de rock Toto, fue grabada en video durante la edición 2008 del festival Vokal Xtravaganza."



martes, 25 de agosto de 2009

Ser docente hoy...

Ser docente hoy, me llena de preguntas y si apelo sólo a la razón me quedo sin respuestas.
No descubro como encontrar la razón, a la sin razón del mundo que vivimos.
Percibo que la búsqueda, el camino posible, el encontrar sentido al sin sentido debemos buscarlo apelando al corazón, a lo sensible, a la capacidad de admirarnos, de sorprendernos ante los hechos, ante la capacidad de resurgir, de recrear otro mundo posible.
Necesitamos apelar a la capacidad de soñar otra vida que se funde en el encuentro.
Basta ya de confrontar como si tuvieramos la eterna vocación de estar en guerra .
No importa contra quien, importa que quien tengo enfrente me provoca a la confrontación, perdiendo la posibilidad de encuentro. Creando desconfianza, y lo que es peor la sensación de que no hay otra realidad posible.

Ser docentes hoy es un gran desafío, implica desprendernos de la modorra cotidiana, creer que la vida es digna de ser vivida teniendo una participación activa. Implica resignificar día a día nuestro compromiso con la vida, con nuestra vida, con nuestros pares, con los jóvenes.
Me pregunto que es educar hoy y no hay una respuesta o un sólo camino.
Hay tantas respuestas como educadores, como escuelas, como barrios, como niños distintos. No hay un niño abtracto sobre el que se pueda desarrollar una teoría de la educación. Hay niños, jóvenes y aún adultos que necesitan recibir el don de preguntarse, de la curiosidad por saber, por descubrir el mundo que tenemos, pero también preguntarse por el mundo que queremos y el que tendremos.

No basta saber, tenemos que "ser" , tenemos que crear en los jóvenes la necesidad de ser y hacer más que de aparecer. El aparecer puede o no agradar a los otros, pero, lo que nos alimenta y nos promueve, es el crecimiento interno como personas.
Creo que el docente hoy, debería plantearse el desafío de promover el deseo de crecer, de ser mejor persona, de saber, porque es lo único que nos permite pararnos sobre nuestros propios pies y proponernos metas más allá de la pálida, agobiada y desquiciada realidad que vivimos. El desafío no es llegar a la excelencia a costa de los demás, el desafío es desarrollarnos junto a los otros. Mientras más logremos juntos mejor viviremos.

Ser docentes hoy, no es tener una mirada desesperanzada del mundo, de los jóvenes o de nuestro futuro.
Ser docentes hoy, es un llamado a una gran aventura. Frente a la adversidad, frente a la falta de valores, al todo vale, tenemos que apelar a lo más profundo de nuestra humanidad, a despertar la capacidad de encuentro, descartando la permanente tendencia a la confrontación, a la descalificación y a la resignación.
Estamos donde estamos, pero necesitamos creer y crear otro modo de relacionarnos. Tal vez lo que se ha roto es el vínculo que nos unía, hemos perdido la confianza en el otro.
No creemos que los jóvenes puedan o quieran aprender. Tal vez pensamos que en verdad no les interesa nada y ellos a su vez creen que nosotros los adultos, nada le podemos dar que sea interesante o valedero. Estamos como desacreditados, no nos tienen ni nos tenemos fe.

Quizás, lo primero que deberíamos recuperar es el vínculo que nos une y que antes nos permitía aprender y al educador enseñar.
Había respeto mutuo, el alumno podía aprender y el educador era quien estaba preparado para educar. Hoy esta relación esta rota. Ni el alumno tiene la suficiente motivación, si en realidad la escuela es una perdida necesaria de tiempo, hasta que el tiempo pase y pueda ir a la Universidad o al mundo del trabajo.

La escuela es algo difuso a donde se va porque se debe ir, es el tiempo de ir a la escuela, es la posibilidad de que los padres puedan ir a trabajar o tener un tiempo de descanso , porque ejercer de padres es a veces complicado, tal vez agobiador y tal vez un compromiso no querido.

La imagen de la escuela se a perdido, la función se ha diluído, tal vez ni los padres sepan con claridad para que mandan a la escuela a sus chicos. Se perdieron en la vida cotidiana machacada de show, telenovelas, historias de gentes que los medios crean de un día para otro en famosos e importantes aunque, si nos detenemos a pensar, a veces es pobre gente buena para nada.

Necesitamos un país distinto, en que volvamos a creer que ser responsables, honestos, que poner todo nuestro esfuerzo para alcanzar lo que soñamos es válido. Si soñamos... el soñar es importante porque nos da la energía movilizadora que necesitamos para esforzarnos en alcanzar lo que es bueno para nosotros y para los otros.
Sí, nosotros y los otros. No podemos estar bien, si nuestro projimo no lo está. Si caminamos juntos, avanzaremos más que enfrentandonos.

Y esto, ¿ qué tiene que ver con la educación y ser docentes?
Creo que es esencial. Necesitamos dar testimonio de que hay otra vida posible, satisfactoria, plena de sentido y que no pasa sólo por el logro económico y por el aparecer.

Ser docente implica la inmensa satisfacción de ver crecer a las personas desarrollando toda su potencialidad, su razonamiento, sus emociones, sus ganas de ser, de vivir y de alegría. Y ello, no se puede desprender de la necesidad que todos tenemos de encontrarnos, de tener grupos de pertenencia, de ser querido, valorado y de querer y valorar al otro.

Ser docente significa tener profesionalidad, que implica un compromiso con la sociedad y con las personitas concretas que debemos convivir a diario. Implica un compromiso y un desafío a nuestra imaginación y a nuestra creatividad para resolver situaciones y dificultades, intentando usar el sentido común, que no siempre es el más común de lo sentidos.

Ser docentes debería plantearnos la necesidad de ver más allá de nosotros mismos y de nuestra nariz. Necesitamos plantearnos a donde vamos y que queremos, porque en nuestras manos está parte de la formación de nuestros jóvenes y ellos son nuestro futuro.

¿Y la crisis?...¿ y los pocos recursos?... ¿ y el salario?... ¿Y?, ¿y?, ¿y todo lo demás?
Es cierto, pero cuando decidimos ser docentes la docencia ya estaba venida a menos, desacreditada y mal paga. Nadie que pretenda ser millonario opta por ser docente.
Cuando digo profesión docente hablo de compromiso.

Hablar de compromiso implica, compromiso con la vida, con el hacer, con el prójimo y esencialmente con nosotros mismos. Enseñamos con textos pero más con lo que hacemos. Tenemos que volver a ser concientes que frente a nuestros alumnos tenemos que dar testimonio y tener congruencia entre lo que decimos y hacemos.

¿Que la vida está difícil?... ¿Yquien lo puede negar ?
Pero siempre hay dos opciones o me quedo en la queja permanente, me convierto en víctima de las circunstancias y de lo mal y desquiciado que está todo o... decido ser parte activa de la sociedad que desea un mundo mejor.
¿ Con más plata? No sé, pero al menos, que sea más humano, más armónico, más amigable y más feliz.

Cuando uno vive una cierta cantidad de años descubre o confirma, que la felicidad de verdad no se compra, ni la dan determinadas circunstancia sino que son los pequeños logros cotidianos conseguidos con esfuerzo y con mucho amor. Y también se aprende que el amor se da y se genera no con el pensamiento sino con el hacer de cada día. El amor es servicio. Ser docente es brindar un servicio y si se lo hace con alegría da un profundo placer, aunque a veces, nos sintamos francamente cansados.

Porque hablar de todo esto? ¿En que afecta la realidad de la escuela?
Esto es esencial. Ninguna ley de educación por perfecta que sea va arreglar la educación, si los docentes no asumimos un compromiso verdadero y efectivo en nuestro accionar cotidiano.

Vivimos tiempos increíblementes magníficos. Frente a crisis sociales gravísimas o graves, reales y preocupantes, somos testigos de un tiempo de cambios increíbles. Nadie puede con certeza hablar como será el mundo en 10 años , cómo saberlo, si cotidianamente se va transformando con las nuevas tecnologías que van penetrando hasta lo más intimo de nuestra sociedad. Se va haciendo parte de ella, independiente que las personas acepten este cambio. Estamos todos inmersos en él y por ello creo que es magnífico tener la posibilidad de vivir en este tiempo y creo que vale la pena esta aventura que nos toca vivir y es imprescindible tomar conciencia que estos cambios, nos tocan a todos y a cada uno de nosotros.

Hay un mundo nuevo que se abre paso ante nosotros y hay dos opciones, lo negamos, o nos sumergimos en él. Si somos docentes, no podemos enseñar con vistas al pasado sino debemos hacerlo mirando hacia el porvenir, eso implica, compromiso en cuanto a capacitación, a reciclarnos, a reinventar nuestro rol, nuestro modo de abordar el modo de enseñar.

Cada vez hay más conciencia que no basta desarrollar contenidos intelectuales, sino también, este nuevo mundo que hoy vivimos requiere de toda nuestra imaginación y creatividad para resolver problemas complejisimos y de la vida diaria. Nuestros alumnos no sólo deben saber o tener información, deben adquirir el adiestramiento necesario para usarla o saber buscarlos cuando lo necesiten. Nada de lo que digo es nuevo. Se habla ya de ello.
Lo que a mi personalmente me moviliza es que necesitamos ser parte de este cambio. Necesitamos capacitarnos continuamente.
Talvez, lo que dimos el año pasado ya no nos sirve este año, porque las circunstancias, los recursos o la ciencia hizo descubrimientos o adelantos que dejan obsoleto lo que dabamos por cierto hasta ayer. Y esto, no sólo saberlo sino hacerlo parte de nuestra vida, es un cambio profundo del modo de ver a vida, que requiere reflexión, esfuerzo, capacitación y energía.

¿ Qué pasa si no se acepta, y se continúa como si nada pasara, en poco tiempo se quedaría fuera del sistema?
Pasa algo más grave. Si un profesor por decisión personal en su vida adopta continuar como si nada pasara en lo privado, esa persona decide su propio destino.
A nivel institucional, a nivel profesional es grave. ¿Porqué?
Porque está quitandole a numerosos jóvenes la posibilidad de incluirse en el sistema.

Que quiero decir? Si somos profesores de la escuela pública, debemos asumir el compromiso de ayudar a los jóvenes que tienen toda su vida por vivir, a capacitarse y a adquirir las destrezas necesarias para tener una cierta posibilidad de incluirse en el mundo de la universidad o del trabajo con cierto éxito.

Me preocupa profundamente que hoy tengamos colegios privados que favorecen que los jóvenes sean bilingues, su formación general y el uso de la tecnología sea buena. A la par, en el colegio público, los chicos sigan sin darse cuenta de la importancia del manejo de otro idioma,como del uso de las herramientas informáticas y el uso de internet. ¿Porque?
Que se acepte o no, cada vez estará más integrado a la vida cotidiana y del trabajo y aquellos que no sepan manejarse en este nuevo mundo, quedarán de algún modo excluídos. Serán los futuros analfabetos digitales.

Esto es muy importante, porque muchos de los chicos no se dan cuenta de lo que está sucediendo. Cuando se trata de hacerlos participar viene el planteo, no tengo computadora, no tengo internet, no puede exigirnos eso. Desde su ignorancia, defienden su derecho a seguir ignorantes y eso en el futuro, no será bueno para ellos. Buscar medios, imaginar modos de integrarlos o al menos, de favorecer que aprendan cierto manejo de la tecnología, les ayudará a que la brecha que se está generando sea menos evidente.

No me duele que hayan numerosos chicos incluídos sino, me duele la decidia de los docente a no aggiornarse porque si lo hicieran, harían más posible pensar una escuela diferente acorde al momento que nos toca vivir.

Diana Arroyo